El paciente infantil

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El pequeño acude a consulta odontológica acompañado de un familiar, ya sea padre/madre o ambos, abuelos, tíos o hermanos mayores y, es al acompañante del menor, al que se le pregunta el motivo de consulta o visita al consultorio. Si el niño puede expresarse  verbalmente se le hará un interrogatorio apropiado a su edad, si no habla se utilizará otro medio de comunicación con el, en donde el objetivo sea confirmar la información que reportó el responsable que lo está llevando a consulta.

 

Conocer la edad del paciente y el medio psicosocial en el que se ha desarrollado ayudará a elegir las estrategias para establecer una comunicación que facilite poco a poco el trabajo clínico y ganarse la confianza del pequeño.

 

También es necesario preguntar al responsable sobre los tipos de convivencia que tiene el pequeño. Algunos niños, estuvieron en guardería desde los tres meses, otros estuvieron en casa al cuidado de su madre, otros estuvieron en casa al cuidado de un familiar, a otros los llevaban a la casa de los abuelos, otros apenas están ingresando a preescolar. Identificar el medio en el que se desarrolla el niño, ayudará a elegir el tipo de conversación que se tendrá con él.

 

Posteriormente, el odontólogo u odontopediatra, determinará el tipo de lenguaje que utilizará para establecer relación con el paciente. Es preciso que las palabras sean claras para el niño, que se le explique lo que se le va a realizar, enseñarle el instrumental y decirle su nombre y para qué sirve. Todo esto ayudará a generar un ambiente agradable en la consulta, se ganará empatía con el paciente infantil, será más fácil la actividad clínica y, de este modo, el niño llegará con más confianza a la consulta.

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Los niños que acuden a consulta, por traumatismos o accidentes que involucran dientes o tejidos blandos, muchas veces el acompañante del pequeño refiere su versión de los hechos, el pequeño presenta dolor y pocas veces se puede establecerse una comunicación cordial con él. Lo urgente es realizar las actividades necesarias para disminuir el dolor y favorecer la recuperación del niño, los organos dentarios y tejidos blandos. En citas subsecuentes, se tratará de establecer un medio de comunicación que facilite el trabajo clínico, que ayude a corroborar o descartar maltrato infantil.